Compartir

¿Es el bostezo un movimiento voluntario? ¿Por qué se contagia? ¿Cuánto tiempo dura? Esas son algunas de las dudas más frecuentes sobre ese misterioso gesto.

Algunos científicos lo relacionan con la fatiga, el aburrimiento o el estrés; y otros a la falta de oxígeno en el cerebro. La definición clásica lo determina como la acción incontrolada de abrir la boca, con separación muy amplia de las mandíbulas, para realizar una inhalación profunda a la que sigue una expiración con cierre final de la boca.

Cuando se bosteza, además, se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierran o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio, y se realizan muchas otras acciones cardiovasculares, neuro-musculares y respiratorias.

Pero, ¿a qué se debe esa acción? Existen varias teorías que intentan responder a esa intriga.

Diferentes explicaciones

El bostezo es explicado a partir de diferentes teorías, como la fisiológica, que lo atribuye a la necesidad del cuerpo de obtener oxígeno y eliminar la acumulación de dióxido de carbono.

Es decir que, cuando nos falta oxígeno, como cuando estamos por ejemplo con un grupo de personas en una habitación cerrada, intentamos encontrarlo en una gran bocanada de aire.

La teoría de la evolución halla el origen del bostezo en nuestros antepasados, quienes bostezaban para mostrar sus dientes como forma intimidatoria, por lo que sería algo voluntario e intencional. Otra teoría ve en el cansancio, estrés, exceso de trabajo y aburrimiento, el poder de hacernos bostezar.

Otros psicólogos formulan que el bostezo sería la manera que tiene el organismo para enfriar el cerebro, o sea, para regular la temperatura cerebral cuando otros sistemas del cuerpo no lo hacen de modo suficiente.