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La Habana, Cuba. – La Universidad de La Habana es para los cubanos, y particularmente los capitalinos, tan emblemática como el mismísimo Castillo del Morro o el hermoso paseo del Malecón.

Y aunque muchos, quizás, no hayan pisado jamás sus predios, la sienten como propia.

Fundada el 5 de enero de 1728, mediante Real Cédula del Rey Felipe Quinto de Borbón, la institución es símbolo de una histórica y sobresaliente obra pedagógica, cultural y revolucionaria.

Fueron los frailes de la Orden de Predicadores de Santo Domingo quienes, preocupados por la instrucción pública de la Isla, solicitaron permiso para abrir en su Convento estudios universitarios en beneficio de los hijos de familias pudientes, que tenían que acudir a México, Santo Domingo o España para realizarlos.

Alma Mater: Vida y orgullo

A sus 296 años, la Universidad de La Habana es un armonioso conjunto de edificios de sobrias líneas donde se mezclan el rigor de la forma con el esplendor de lo nuevo.

Alma del recinto universitario es la hermosa estatua fundida en bronce y colocada frente al edificio del Rectorado, sobre un pedestal y base de piedra y cemento.

El Alma Máter es la vida de la Universidad y el orgullo de las muchas generaciones de estudiantes. Forja de las mejores ideas, el estudiantado universitario es hoy receptor de una sólida preparación académica, impartida por profesores e investigadores de alta profesionalidad.

Con una rica tradición de lucha, enraizada en lo mejor de la cultura cubana, el centro ha estado comprometido siempre con las causas justas de nuestro pueblo.

La nueva Universidad cubana

En los últimos años, la Universidad de La Habana ha desarrollado un meritorio trabajo científico, tecnológico y humanista, encaminado a la promoción y difusión del conocimiento.

El alto centro docente cuenta con 14 facultades y más de un centenar de centros de investigación y estudio, así como unidades de desarrollo científico-tecnológico.

La integración con la práctica social, teniendo como premisa el principio docencia-investigación, ha permitido avances sustanciales en la esfera de la Educación Superior.

Monumento Nacional, La Universidad de La Habana sigue convocando a su estudiantado al combate de las ideas, el talento y la lealtad a los principios revolucionarios.