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Foto/Uneac

Vistos antes como un estigma social, al uso entre marginales y presidiarios, los tatuajes son hoy una moda mundial a la que los cubanos hemos sucumbido con pasión, como todo lo que se hace en este caliente archipiélago caribeño.

No es raro entonces el éxito de La Marca, Estudio Galería de Arte Corporal, un pequeño local en el corazón de La Habana Vieja, desde donde hace 4 años el artista Leo Canosa lidera lo que califica como un espacio para la convergencia artística.

La proyección de nosotros es tratar que la gente vea que el tatuaje es otra forma de expresión artística, que lo único que cambia es el soporte, que es la piel, afirma mientras trabaja sobre el tobillo de una joven a la que dibuja una mariposa de mediano tamaño.

El pequeño local fue comprado como vivienda por Canosa y su esposa Ailed Duarte, quienes establecieron allí el estudio galería.

Arte en el cuerpo

Foto/Uneac

En La Marca, Estudio Galería de Arte Corporal, no hay un jefe definido, pero Leo Canosa, que tiene 43 años y es el dueño del inmueble, es visto por los otros tatuadores con veneración por el prestigio ganado con sus atrevidos diseños y excelencia en el tatuaje.

El local está ambientado con un estilo muy ecléctico, que mezcla las manualidades y el arte plástico más refinado, lo que anuncia la originalidad de los diseños, que Canosa y una veintena de muchachos más jóvenes, reivindican como obras de autor.

Casi todos los tatuadores de La Marca son graduados de escuelas de arte, lo que les permite ofrecer un trato personalizado a quien desee dibujarse la piel, bajo la idea de que se trata de producir nuevos diseños teniendo en cuenta las ideas del cliente, sin recurrir a los llevados y traídos catálogos.

Cuba en la piel

Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate

Una empinada escalera de caracol, casi oculta al fondo, permite acceder a la segunda planta del local, donde hay tres sillones abatibles, de cuero negro, en los que se sientan o acuestan los clientes para que los artistas trabajen sobre la piel.

Hay unos altavoces escondidos desde los que se escucha el más duro rock, el más tradicional de los sones o una salsa de moda, música que, dice el tatuador, hace que la gente se sienta más cómoda y que el artista pueda trabajar con más tranquilidad.

Los diseños que reflejan la identidad cubana son los más populares, señala Leo Canosa, quien hizo su primer tatuaje en el 95.

La Marca, Estudio Galería de Arte Corporal reivindica un arte muchas veces visto con ojeriza, pero que la modernidad ha puesto al alcance de todos, como una particular manera de señalar la individualidad de las personas, a lo cubano.