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La Habana, Cuba. – El pasado 27 de octubre, a la edad de 87 años, falleció la Doctora María Dolores Ortiz, panelista emblemática del programa televisivo Escriba y Lea.

Una mujer toda conocimientos, que hacía profundas demostraciones de erudición siempre despojadas de cualquier tipo de alarde, repletas de amor por el saber y por el ser humano.

La maestra de Cuba, como algunos llegaron a llamarla, la que más sistemáticamente nos enseñaba cara a cara, de tú a tú con nuestras familias a través de las pantallas de los televisores, nos dejó a todos verdaderas lecciones de humildad, perseverancia y amor a la cultura.

Justamente, en 2020, cuando fue reconocida con el Premio Nacional de Televisión, se destacaba su contribución a la formación cultural de varias generaciones de cubanos, como panelista de un espacio en el que fue la única mujer.

Con el magisterio como pasión

La maestra Ortiz, como también muchos le llamaban por ese reconocido acento académico que llevaba al programa, era Doctora en Ciencias Filológicas, Profesora de Mérito y Heroína del Trabajo, y pasó a ser por mucho tiempo una de las educadoras más populares por su instrucción, sensibilidad, elegancia y, al mismo tiempo, perspicaz humor ante la pantalla.

Fue una lectora voraz y estaba convencida de que la lectura, como hábito y opción para el entretenimiento y el aprendizaje al mismo tiempo, nos puede cambiar la vida.

Ella estaba convencida del aporte extraordinario de la literatura y el arte al enriquecimiento espiritual de las personas. Fue una incansable promotora cultural.

Organizó colecciones de clásicos de las letras universales, dictó conferencias y charlas en numerosas instituciones. Y siempre reconoció que la docencia era su vocación primera.