La Habana, Cuba. – Más de 4 millones de dosis de la vacuna Abdala, primera concebida y producida en América Latina y el Caribe, se han aplicado a niños y adolescentes de Cuba y Nicaragua.

El inmunógeno, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, recibió en octubre pasado el autorizo de uso en emergencia para la población pediátrica de 2 a 11 años. Los resultados del estudio clínico Meñique confirmaron que el fármaco induce elevados títulos de anticuerpos y tienen actividad neutralizante contra el SARS-Cov-2.

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología informó en enero que trabaja en un estudio clínico con Abdala, en menores de dos años de edad, ante la amenaza que la enfermedad supone para ese grupo poblacional.

Si se valida la eficacia del inmunógeno en edades inferiores, sería un resultado sin precedentes en el enfrentamiento al padecimiento.

Un alto a Ómicron

Cuba impulsa también otros dos candidatos vacunales, Soberana 01 y Mambisa, en fase de ensayos clínicos, con resultados importantes hasta el momento.

A diferencia de lo ocurrido en el mundo con la propagación de la contagiosa variante Ómicron, la tasa de incidencia en Cuba no ha superado las olas anteriores y en corto tiempo comenzó a observarse un control de la transmisión.

El presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez, explicó que esta diferencia puede estar dada porque Ómicron comenzó a circular en nuestro territorio cuando más del 80 por ciento de la población estaba completamente inmunizada.

Influyó, además, la incorporación en el esquema primario de vacunación de una tercera dosis, y la inmunización de la población pediátrica. Como colofón está la vacuna de refuerzo que ya ha recibido más del 50 por ciento de los cubanos.