La Habana, Cuba. – A pesar de no lograr la dimensión deseada, el 24 de febrero de 1895 hubo un levantamiento simultáneo que continuaría en Cuba la lucha independentista iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en 1868, frustrada por diferentes factores.
Este hecho histórico se conoce como el Grito de Baire, por ser uno de los lugares por donde se reinició la gesta liberadora. Pero no fue sólo ese sitio santiaguero el que se alzó en armas cumpliendo las órdenes de Martí, pues la acción se repitió en otros 34 puntos de la Isla.
Pedro Agustín Pérez, Emilio Giró, Guillermón Moncada, Bartolomé Masó, Quintín Bandera, Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma, entre otros altos jefes del Ejército Libertador, estuvieron al frente de esos alzamientos.
Occidente no pudo alzarse
Historiadores como Hortensia Pichardo y Fernando Ortiz señalan que la explosión de rebeldía emancipadora ocurrida el 24 de febrero de 1895 alcanzó a diversas partes del país, aunque logró mayor vigor en la zona oriental.
En el Occidente no fue posible debido al arresto de su jefe, Julio Sanguily. En Matanzas fueron sofocados los levantamientos protagonizados por Juan Gualberto Gómez, Martín Marrero y Joaquín Pedroso.
Mientras, la revolución se extendió en Oriente, y sobresalieron sitios como La Lombriz, El Caney, San Luis, Loma del Gato, Bayate, La Confianza, Hatibonico, Bayamo, Holguín, Barranzas, Jiguaní y Baire.
Sin dudas, aquel 24 de febrero se demostró la voluntad de los cubanos de ponerse en pie de guerra cada vez que sea amenazada la independencia que tanta sangre ha costado.