Las ideas de Fidel están más vigentes que nunca. Foto: Tomada de Radio Rebelde

Cuando la Revolución Cubana solo tenía 12 años de andar, a fines de abril de 1971, en la clausura del Primer Congreso de Educación y Cultura, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, ponía énfasis en tópicos de gran relevancia.

Al referirse a las incontables cuestiones que se habían debatido, a las miles de recomendaciones relacionadas con las técnicas, las evaluaciones y los problemas prácticos y de las metodologías, valoraba altamente las discusiones sobre temas controversiales.

Sin embargo, insistía que en lo relacionado con los asuntos ideológicos y políticos, se había manifestado una posición firme, sólida, unánime.

Plena vigencia mantienen esos postulados de Fidel, cuando en el país se llama constantemente al debate y a la reflexión en todas las esferas sociales, y también a mantener la unidad en torno a la ideología del Socialismo que construimos y defendemos

En contra del coloniaje cultural

En nuestros días, bajo la amenaza constante que padecen los países del Sur, y Cuba entre ellos, de ser acorralados por la inmensa oleada colonizadora global, que se apoya en proyectos subversivos de toda índole, se impone fortalecer la cultura autóctona como vía emancipadora del ser humano.

Desde el discurso de clausura del Primer Congreso de Educación y Cultura, Fidel alertaba sobre la que llamó esa otra forma sutil de colonización que pretende subsistir al imperialismo económico y al colonialismo, y que es el imperialismo cultural.

En los días finales de abril de 1971, Fidel insistía en que nuestro proceso revolucionario valora las creaciones culturales y artísticas en función de lo que ellas aporten a la reivindicación, liberación y felicidad del hombre.

 El hombre y su bienestar

Para un burgués, cualquier cosa que lo divierta, que lo ayude a entretener sus ocios y sus aburrimientos puede contener valor estético, expresaba el Comandante en Jefe, Fidel Castro, en la clausura del Primer Congreso de Educación y Cultura.

Con claridad absoluta, en los finales de abril de 1971, hacia énfasis en que no puede haber valor estético sin contenido humano, ni contra el hombre, su bienestar, su felicidad y su liberación; ni tampoco contra la justicia.

Ante las tendencias procapitalistas, neoanexionistas y el deslumbramiento colonizado por los modelos hegemónicos, vale situar estas ideas del Fidel. Vale también, como el señalara, continuar propiciando que la creación cultural sea obra de las masas. Y, por tanto, expresión de la identidad que las define y las salva.