Entre los novelistas cubanos del primer tercio del siglo XX, puesto relevante ocupa Miguel Antonio de Carrión de Cárdenas, médico, periodista y pedagogo, nacido en La Habana el 9 de abril de 1875.
Obras como El milagro y la esfinge, La última voluntad, El amor legal y Por la verdad, salieron de este autor de personajes fuertes, conductor a su antojo de tramas controvertidas y poseedor de prosa sobria y precisa, a pesar de descuidos estilísticos.
Sin embargo, ningún texto le hizo tan famoso ni cuestionado como el dúo de Las honradas y Las impuras, argumentos que suscitaron escándalos en la sociedad cubana de los primeros años de la república.
Miguel de Carrión de Cárdenas retrató a las mujeres de su época con sus grandezas, fealdades y miserias íntimas, sometidas siempre a humillante subordinación, como él mismo asentara.
¿A favor de la mujer?
Miguel de Carrión, nacido de familia acomodada, revela en sus novelas los prejuicios morales y las discriminaciones de todo género presentes en la burguesía cubana.
Aunque defiende a las féminas de la prepotencia y superioridad del hombre en una sociedad machista, merma su alcance al creer que solo la educación traería a la mujer la solución del conflicto.
A Miguel de Carrión le faltó la visión de una transformación más radical en lo político y social, mediante la cual la mujer alcanzara su papel protagónico y emancipador; sin embargo, nos deja el fascinante mundo interior femenino a partir de contradicciones y emociones.
De este médico, novelista, pedagogo y periodista es poco conocido su libro Los cálculos renales y su diagnóstico, la fundación de las revistas Cuba Pedagógica y La Edad de Oro 1904 y el texto escolar Estudios de la naturaleza.