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Agobiado y apesadumbrado, al ver desvanecerse la república martiana con que soñó, el 13 de junio de 1910 fallecía en La Habana el doctor Fermín Valdés Domínguez Quintanó, el amigo íntimo del Apóstol de nuestra Independencia, su hermano del alma.

Compañeros desde 1864, cuando compartían aula en el Colegio San Anacleto, nació entre ellos una profunda amistad que los haría inseparables. Así, llegaron juntos al Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, y en 1867 al Colegio San Pablo, que dirigía el maestro y poeta cubano Rafael María de Mendive, modelo de civismo y cubanía. De aquellos años, escribiría Fermín:

«Su pobreza y su talento eran íntimos lazos de afecto que amorosamente me ligaban más cada día, al compañero noble y cariñoso. Era suya mi casa y mis libros, y cuanto tenía; y sus consejos y explicaciones me ayudaban en mis estudios. Mis padres lo tenían por hijo, y se alegraban de nuestro acercamiento de almas».

Mendive asumió a ambos como hijos y les brindó esmerada educación. Cuando el Gobierno colonial encerró en el Castillo del Príncipe al maestro, Martí, sin medir consecuencias, acompañaba diariamente a la esposa de Mendive a las visitas, llevándole la ternura que su alma pura guardaba para su educador.

Antimperialista y martiano

Vendrían los días en que Martí y Fermín fueran detenidos por una carta crítica en que acusaban de apóstata a un compañero de estudios que había ingresado en el Cuerpo de Voluntarios. El 4 de marzo de 1870 fue la vista del juicio oral. Martí asumió apasionadamente toda la responsabilidad que Fermín argumentara como suya. Ambos fueron a prisión.

Antimperialista como Martí, criticó en todas las tribunas posibles la intervención estadounidense. No aceptó cargos públicos. Terminada la guerra, se trasladó al poblado de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, a ejercer modestamente como médico.

En 1905, enfermo, se trasladó a La Habana, integrando dos años después la Junta Patriótica de La Habana, para oponerse a la corriente anexionista que, en medio de la segunda intervención estadounidense, pretendía convertir a Cuba en un protectorado.

El 13 de junio de 1910 fallecía el martiano patriota, el noble y apasionado Coronel mambí que hizo, del culto a su amigo-hermano, religión.