Por: Javier Garlobo

El 10 de marzo de 1952 se ejecutó el Golpe de Estado Militar perpetrado por Fulgencio Batista, con el objetivo de impedir las elecciones presidenciales que se realizarían el 1ro de junio de ese mismo año.

Con esta acción se instauró una cruenta represión y un sistema inconstitucional que aumentó la corrupción político administrativa, la pobreza, el hambre y el desempleo.

El golpe, amparado y financiado por el gobierno estadounidense, fue el primer gran plan injerencista y subversivo de la CIA en la región, con el fin de impedir la toma del poder de un gobierno progresista.

La reacción popular no se hizo esperar y a pesar de la cobardía del entonces presidente Carlos Prío, los estudiantes y pueblo en general repudiaron tan vil acto, iniciando un periodo de lucha que no terminaría hasta el triunfo de la Revolución