Disímiles de estudios han demostrado que fumar de manera excesiva puede dañar los vasos sanguíneos y las neuronas en la retina, lo cual afecta la salud visual.

Recientemente una investigación realizada por científicos de la Universidad Rutgers observaron cómo los participantes discriminaban los niveles de contraste y los colores.

Para comprobar lo antes expuesto los colaboradores fueron sentados a 59 pulgadas de un monitor de tubo de rayos catódicos de 19 pulgadas, que mostraba estímulos mientras los expertos monitoreaban ambos ojos de forma simultánea.

Los resultados indicaron cambios reveladores en la visión del color rojo-verde y azul-amarillo de los fumadores, lo que apunta que el consumo de sustancias con productos químicos neurotóxicos como los de los cigarrillos puede causar la pérdida general de la visión del color.

Dificultad para distinguir colores

Los científicos de la Universidad Rutgers detectaron, además, que los fumadores tenían una capacidad reducida para discriminar los contrastes y los colores, en comparación con los no adictos.

Investigaciones anteriores arrojaron que fumar a largo plazo aumenta el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad y es un factor que causa el amarillamiento, así como la inflamación de las lentes.

Los estudiosos puntualizaron que pese a la ausencia de una explicación fisiológica de los resultados actuales, ellos consideran que el uso excesivo de cigarrillos o la exposición crónica a sus compuestos afecta al procesamiento visual.

Cuanto más fuma una persona, más altos son los riesgos. Asimismo, vivir con un fumador por mucho tiempo duplica el riesgo de padecer de degeneración macular asociada con la edad. Digamos no al consumo de cigarrillos.