Compartir

La fobia es el miedo intenso y persistente hacia un objeto, situación o actividad específica, debido al cual el individuo lleva una vida limitada.

La ansiedad que se sufre suele ser desproporcionada con las situaciones reales, y las víctimas son conscientes de que su temor es irracional. De otras formas de angustia se distingue la ansiedad fóbica, porque ocurre sólo en presencia de un objeto o situación específica.

Se caracteriza por la aparición de síntomas fisiológicos, entre los cuales se encuentran el latido cardiaco acelerado, molestias gástricas, náuseas, diarreas, micción muy frecuente, sensación de ahogo, enrojecimiento del rostro, transpiración abundante, temblores y desmayos.

Algunas personas fóbicas son capaces de afrontar sus miedos, pero por lo general evitan el objeto que les causa el temor, lo que a menudo impide la plena libertad del sujeto.

Principales fobias

Los psiquiatras reconocen tres tipos principales de fobias: las simples, hacia objetos y situaciones específicas, a lugares cerrados o a las alturas.

Por su parte, la agorafobia es el miedo a espacios públicos abiertos de los que resulta difícil escapar, o en los que se experimenta agobio, temor que aumenta hasta que el sujeto es incapaz de salir a la calle.

Y en tercer lugar están las fobias sociales, como el miedo de sentirse ridículo o sentir vergüenza en público.

Las fobias simples, especialmente el miedo a ciertos animales, comienzan en la niñez y se pueden mantener en la edad adulta, mientras que la agorafobia suele iniciarse al final de la adolescencia o en la primera juventud, etapas con las que también se relacionan las fobias sociales.

Se calcula que todas las fobias tienen una incidencia del 5 por ciento en la población general.

Métodos para tratar las fobias

La terapia de conducta es una técnica que se ha mostrado eficaz para tratar a las personas que padecen fobias, especialmente las simples y las sociales.

La desensibilización sistemática, que consiste en ir enfrentando gradualmente al paciente a situaciones u objetos similares a los temidos, ha sido muy eficaz hasta ahora. Pero recientemente en la terapia implosiva, otro método que apela a la conducta, se obtienen mejores resultados.

En este tipo de tratamiento, las personas con esos trastornos son enfrentadas directamente al estímulo temido en su expresión extrema para que experimenten lo injustificado e irracional de su miedo y así descienda el temor.

Algunos fóbicos utilizan ciertos ansiolíticos como paliativo; al parecer, los medicamentos contra la depresión son también eficaces en el tratamiento de algunas fobias.

Etiquetas: -