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Desde el año 2008, el 25 de septiembre es el Día para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.

En México la fecha se oficializó en el 2012, con el fin de llamar a fortalecer estrategias y programas nacionales que brinden atención de calidad a las necesidades de salud sexual y reproductiva y de educación integral en sexualidad de esa población.

Las autoridades mexicanas han advertido que las consecuencias de un embarazo a edades tempranas no solo se circunscriben a las cuestiones fisiológicas, con mayores posibilidades de pérdidas intrauterinas, mortalidad y morbilidad infantil y materna, complicaciones obstétricas y otras.

También abarcan otros aspectos determinantes en el desarrollo de las adolescentes, tales como deserción escolar, limitadas oportunidades laborales, pobreza y mayores posibilidades de algún tipo de violencia.

Prevenir el problema

En el mundo cada año ocurren 7 millones 300 mil partos en adolescentes menores de 18 años, de los cuales, 2 millones acaecen en niñas por debajo de los 15 años.

En América Latina y el Caribe se registra la segunda tasa de embarazos más alta en adolescentes en el mundo.

En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, el 25 por ciento de las mujeres entre 15 y 24 años de edad tuvo su primera relación sexual a los 16 años y 1 de cada 5 recién nacidos es de madre adolescente.

Las autoridades sanitarias mexicanas advierten que la prevención del embarazo en adolescentes no es tarea sólo del sector salud; compete también al educativo, al de desarrollo social, a los organismos de la sociedad civil y a los medios de comunicación, entre otros.