El Caracol Gigante Africano es foco transmisor de parásitos que producen meningitis, bronquitis y enfermedades infecciosas

Como se conoce, el Caracol Gigante Africano llegó a Cuba hace aproximadamente 5 años, y aunque desde entonces se intenta eliminar, lo cierto es que se ha extendido a varias provincias del país.

El clima húmedo de nuestro archipiélago y la capacidad de la especie para multiplicarse, unido al insuficiente combate para erradicarlo, ha favorecido su proliferación. Es por esto que el aparente inofensivo caracol se localiza en casi todas las provincias.

Considerado un enemigo potencial para la sanidad vegetal, la salud humana y la biodiversidad, el Caracol Gigante Africano es un omnívoro con capacidad de adaptarse a varios tipos de espacios, donde coloca entre 100 y 500 huevos cada vez.

En el año la cifra se estos zigotos puede llegar a mil 800 con alta probabilidad de nacimientos, cada individuo puede vivir hasta 4 años.

¡De manso nada!

A diferencia de los caracoles que abundan en nuestra Geografía, el Gigante Africano es foco transmisor de parásitos que producen meningitis, bronquitis y enfermedades infecciosas en los intestinos.

Aunque el molusco aún no está considerado una plaga en zonas agrícolas, si se propaga es capaz de destruir los cultivos. De acuerdo con expertos, el Caracol Gigante Africano es una de las 100 especies exóticas invasoras más destructivas y dañinas del mundo, razón por la que insisten, principalmente a la población de zonas urbanas, extremar las medidas de higiene.

Sus características fisiológicas y morfológicas lo hacen resistente y puede sobrevivir en cualquier ambiente y alimentarse, especialmente, de materia fecal, animales en descomposición y basura.

Por eso se recomienda no tocar sin protección al Caracol Gigante Africano, trate de destruirlo, con agua con cal, sal o hirviendo.