Por: Oscar Ferrer

Este 2 de diciembre tiene especial significado para la cultura cubana, pues se cumple un siglo de la creación en La Habana de la Sociedad Pro Arte Musical y 90 años de la fundación del Teatro Auditórium, nacido bajo los auspicios de la misma entidad que llega al aniversario 100 de su constitución.

Varias sociedades hubo en el país antes y después de la Sociedad Pro Arte Musical, como la Filarmónica, la Casino Habanera y la Artística y Literaria de Colón, por citar solo algunas.

Pero la Sociedad Pro Arte Musical, que tuvo 49 años de vida y surgió por la iniciativa de un grupo de mujeres de la capital cubana, varias de ellas musicólogas, y en particular por el impulso dado por María Teresa Montes de Giberga, fue más lejos que otras.

Bajo la sombra nutricia de la entidad fueron fundadas escuelas de guitarra, ballet y declamación, el citado Teatro Auditórium y la revista Pro-Arte Musical.

Promotora cultural

Llama la atención que en una época en que a la mujer se le negaban los espacios más disímiles en la sociedad cubana, fueran féminas las creadoras de la Sociedad Pro Arte Musical.

Uno de sus grandes aportes fue la formación de la Escuela Nacional de Ballet, en junio de 1931, punto de partida de la enseñanza de esa disciplina en Cuba que facilitó la formación de figuras de la danza como Alicia, Fernando y Alberto Alonso.

Bajo los auspicios de la Sociedad Pro Arte Musical fue creado el Teatro Auditórium, caracterizado por sus condiciones acústicas excepcionales y en cuyo escenario se presentaron numerosas óperas y reconocidos cantantes del país y extranjeros, lo cual hizo posible que se considerara a La Habana como plaza artística de primer nivel en América.

La entidad, además, publicó durante 36 años la revista Pro-Arte Musical.