Cada cultura tiene sus propias costumbres que, a primera vista, quizá le resulten totalmente extrañas.

Si indagamos un poco, podemos encontrar que en Alemania no se celebra una clase o ponencia magistral batiendo palmas, ¡estas están reservadas únicamente para el teatro y los conciertos!, sino que golpean con el puño las mesas y pupitres.

Para respetar las tradiciones de ese país, tendrá que brindar siempre antes de dar el primer trago a su bebida y corear un simpático Prost! mientras mira fijamente a sus compañeros a los ojos.

¿Le gusta el queso? Pues será mejor que reserve espacio en su estómago si se hospeda en casa de una familia en Francia.

Sus pobladores suelen compartir una tabla de quesos y un buen vino tinto al finalizar las comidas.

Los italianos se caracterizan por ser bastante supersticiosos y, para ellos, monjas y ambulancias están relacionadas con la muerte.

¿Lo sabías?

En Rusia, si pisas a alguien accidentalmente, la persona en cuestión te devolverá otro pisotón. Se cree que de esa manera se evitan futuros conflictos.

En India es usual ver a los hombres pasear tomados de las manos o abrazados. Ese gesto no significa que sean pareja, es una manera de abstraerse del gentío de las calles y es un símbolo de amistad. Por el contrario, en la península del Indostán no verás derrochar amor públicamente.

En algunos países asiáticos como China, Corea o Japón es muy frecuente hacer ruido al sorber la sopa, lo que para nuestra cultura se convierte en un gesto incómodo.

Sin embargo, si viajas al país del Sol naciente ni se te ocurra hacer ruido al sonarte la nariz en público. Si quieres eludir miradas de desaprobación, sal de la habitación o dale la espalda a tus acompañantes.

Como habrás podido comprobar, estos son solo algunas curiosidades que definen el comportamiento de las personas.