La habana, Cuba.- Es indudable: nada hubiera sido igual. La historia de la humanidad tendría que ser contada de modo distinto, sin la presencia de aquellos grandes viajeros que, tal vez sin saberlo, nos legaban una detallada descripción geográfica del Mundo Antiguo a partir de sus experiencias.
El más célebre de ellos fue Herodoto (en el siglo V antes de nuestra era) conocido como “El Padre de la Historia”. Era hijo de una familia adinerada de Halicarnaso, ciudad dórica del Asia Menor, y visitó Egipto, Cirenaica y Fenicia, Arabia, Asiria, Babilonia y Persia, además de la Grecia continental y la magna Grecia.
Fue un excelente observador de las regiones que recorrió, y sus escritos, de elevados valores etnográficos e históricos, se conservan en la actualidad. Piteas fue otro de los grandes viajeros griegos. Era comerciante y geógrafo. Descubrió las costas occidental y septentrional de la península ibérica.
Otros incansables viajeros
La historia también contó con Jenofonte, un viajero –discípulo de Sócrates- que participó en la llamada “retirada de los 10 Mil”, cuando los mercenarios griegos, aliados de Ciro el persa, tuvieron que retornar, derrotados, hacia Tracia, atravesando las entonces desconocidas regiones de Armenia, en el año cuatrocientos antes de nuestra era.
Otro de los incansables viajeros de la Historia fue el militar Alejandro Magno. Gracias a él la cultura griega penetró en el continente asiático hasta el valle del Indo. Fue coronado rey de Macedonia y, teniendo a toda Grecia a sus pies, la condujo en una marcha hacia el este, atravesando el Asia Menor, los valles del Tigris y Éufrates, el golfo Pérsico y el mar Caspio. En el año 327 antes de nuestra era llevó a cabo una expedición a la India.
La aventura de explorar lo desconocido
El almirante Nearco, lugarteniente de Alejandro Magno, exploró las costas septentrionales del mar Eritreo, y llegó finalmente al golfo Pérsico. Estrabón, otro aventurero que no debe ser olvidado, fue un célebre geógrafo griego que habitaba en Roma y recorrió toda la cuenca del Mediterráneo.
Los árabes también contaron con una gran cantidad de viajeros cuyos conocimientos repercutieron positivamente en la ciencia geográfica. Entre ellos estuvieron: Al-Masudi, Nasiri Josrau, Ibn Jobeir de Granada y, fundamentalmente, Ibn Batuta. Este último personaje hispano-árabe visitó Egipto, Arabia, Persia, Asia menor, Rusia meridional, Jorasán, la India, Ceilán, Sumatra, China, la península ibérica y se adentró en África, hasta llegar a Tumbuct
Nombres imprescindibles
Al hablar de viajeros famosos no puede faltar el nombre del veneciano Marco Polo. Gracias a su obra “El libro de las maravillas del mundo”, en la cual contaba sus viajes por Asia entre los años 1271 y 1295, Occidente conoció de la realidad del Lejano Oriente.
Por su parte, el vikingo Eric el Rojo descubrió y exploró Groenlandia, entre los años 982 y 985, mientras que su hijo Leiv Eriksson –por el año mil- pisó las tierras de la península del Labrador, en Terranova, y las costas de Nueva Escocia.
Y como expresa esta reseña publicada en el semanario Orbe, es imposible dejar de mencionar al genovés Cristóbal Colón, quien en 1492 encontró lo que llamarían Nuevo Mundo, para pasar a la posteridad como uno de los más grandes navegantes de la historia.