Por: Iván Álvarez

Inculcar en niños y jóvenes valores como el cariño y el respeto por las personas mayores debe ser una tarea fundamental desde los centros educacionales y la familia.

Toda vez que el envejecimiento poblacional es una realidad en Cuba, a los abuelos, bien sean parientes o vecinos, se les debe dar un adecuado trato.

La pérdida continua de muchos de los valores tradicionales ocasiona que cada vez más sea habitual marginar a las personas de avanzada edad, incluso que se les ignore, por creer que son personas inútiles o demasiado lentas para los tiempos que corren.

Los ancianos merecen ser valorados y atendidos, y más en la sociedad cubana, donde representan un numeroso sector de la población que aumenta cada día, y el Estado trabaja por garantizar el bienestar en la tercera edad.

A ellos debemos prestar atenciones especiales y mucho amor y respeto.