La Habana, Cuba. – Este 19 de febrero se cumplió un año más del fallecimiento del gran Benny Moré, considerado por muchos en diversas latitudes como el mejor exponente de la música popular cubana.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez nació en el cienfueguero pueblo de Santa Isabel de las Lajas, en un humilde hogar que compartió con su madre y otros 17 hermanos.

Dada la pobreza familiar, a los 16 años, marcha a trabajar a un central azucarero donde conoció a Castellanos y a Víctor Lande, quienes le ayudan a empezar a tocar la guitarra. Las fuentes de su genialidad musical habría que buscarlas en su terruño natal, donde asimiló los ritmos religiosos de los congos, la rumba negra y la trova tradicional cubana.

Ello convertiría a Benny Moré en el sonero mayor, el Bárbaro del Ritmo, apelativos por los que fue conocido en nuestro país y en otras fronteras.

Benny Moré que bueno canta usted

En 1936 el Benny se traslada a La Habana, donde comienza su vida como vendedor de frutas, viandas y yerbas medicinales.

Pero su éxito comienza la segunda vez que se presentó en el programa La Corte Suprema del Arte, pues en la primera ocasión había sido eliminado de la competencia a los pocos segundos de empezar a cantar.

A partir de ahí, Benny Moré inició su carrera ascendente que lo llevó a ser parte del Trío Matamoros, con el que viajó y triunfó en México, donde fue contratado en centros nocturnos y conoció lo que era cantar con grandes orquestas.

Su voz alegre o melancólica, sensual o violenta, con gran sentido de la armonía, los timbres y la rítmica, lo llevaron a ser un maestro de la interpretación y la dirección de orquestas; a pesar de ser un analfabeto musical, lo que no le impidió ser el Bárbaro del Ritmo.

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