La Habana, Cuba. – Este 9 de octubre, la emblemática agrupación musical Muñequitos de Matanzas celebrará siete décadas de fundado.

Orgullo y baluarte de la Cultura Nacional, estos rumberos han recorrido el mundo llevando una de las raíces fundamentales de nuestra música cubana.

Surgido como el grupo Guaguancó matancero, contagiaron con su ritmo en vitrolas de bares y emisoras radiales. Y es que fue en el bar El Gallo, del barrio La Marina, en las márgenes del río Yumurí, donde un grupo de jóvenes comenzó a seguir los ritmos de una canción que Arsenio Rodríguez tocaba, usando platos y botellas, al estilo de las rumbas de cocina.

Entre los fundadores de los Muñequitos de Matanzas están los famosos Saldigueras, Virulilla, Catalino, Gallito, Pellado y Cacha, entre otros.

Países como Canadá, Mexico, Estados Unidos, Brasil, España, Italia, Alemania e Inglaterra, han disfrutado del virtuosismo de este grupo.

Excelente impronta

Los Muñequitos de Matanzas constituyen una hermandad de hijos y nietos de los fundadores, y alumnos de la Academia de la Rumba, donde el respeto es primordial.

Apegados a sus raíces Abakuá, poseen una amplia discografía, dos Grammy Latino y varias nominaciones a este premio.

Según especialistas y admiradores, Saldiguera y Virulilla constituyeron las mejores voces, prima y segunda, en el denominado complejo de la rumba, con destaque meritorio en el guaguancó.

En Los Muñequitos han dejado su huella vocalistas como Ricardo Cané, Alberto Romero, Frank Osamendi y Reynaldo González; y excelentes tocadores de quinto como Chachá, Jesús Alfonso, Leonel Torriente y Victoriano Espinosa.

Es indudable que el aporte musical de los Muñequitos contribuyó a que la rumba haya sido considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.