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La Habana, Cuba. A pocas horas de conmemorar el natalicio de Ernesto Che Guevara, vale subrayar la vigencia de su proyecto emancipador, centrado en la unidad y la marcha hacia un futuro común tras la derrota del imperialismo.

Como hombre analítico, el Che vislumbró el agravamiento de las desigualdades en el llamado Tercer Mundo y apostó por el Socialismo como única vía para alcanzar la emancipación del ser humano y afianzar la conciencia popular.

La creciente brecha entre ricos y pobres dio al traste con la importancia de frenar las alianzas y mecanismos de la cadena imperialista para perpetuar su poderío universal.

Con certeza, el Che señalaba la obtención de la soberanía nacional como única opción para alcanzar sociedades más justas y desarrolladas. Tal era su rechazo al hegemonismo capitalista, cuando advirtió: No se puede confiar en el imperialismo, pero ni un tantito así.

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