Bayamo, Cuba.– Los saberes naturales y la sencillez de su familia, allá en la comarca rural bayamesa de San Esteban, templaron el carácter y definieron los sueños del hoy coronel retirado Fidencio González Peraza.
Este militar, líder de la resistencia cubana en la batalla de Cangamba, en Angola, tras recibir la estrella dorada de Héroe de la República de Cuba, regresó a su entorno y se convirtió en un eficiente productor agropecuario.
En sus fértiles tierras se crían animales y cultivan vegetales, que se comercializadas en ferias y se aportan a instituciones sociales.
De su masa vacuna se extraen centenares de litros de leche destinados a la industria láctea. Del coronel Peraza González se han escrito crónicas y reportajes, se han hecho películas y documentales, porque es de esos hombres que se deciden a hacer de cada jornada un día altamente productivo.
En en campo, desde el alba hasta el ocaso
A decir de avezados campesinos, el método más eficaz para obtener abundantes frutos de la tierra está en el constante laboreo y observación de la tierra.
Al surco hay que llegar con el cantío del gallo, subraya el coronel Peraza. Él, un estratega militar, interpreta que las maneras ancestrales de producir alimentos deben complementarse con técnicas modernas altamente productivas.
En sus áreas de cultivos varios y ganaderas se respira ambiente científico-técnico: empleo de bio-fertilizantes y pesticidas naturales salidos de los laboratorios, se examinan cuáles semillas o animales se adaptan mejor a las condiciones climáticas y de suelos de la gran llanura del río Cauto.
El héroe y campesino bayamés Fidencio González Peraza no está exento de los males del cuerpo, como gusta decir. Pero sigue ahí en el campo, produciendo. Entrevistó Daniel García Zayas.