Control del consumo de agua

La Habana, Cuba. – La localidad de Jagüey Grande, en el sur de Matanzas es prodiga en aguas subterráneas, lo que no significa que el líquido se pueda despilfarrar.

Hace poco más de tres años esa urbe se benefició con un acueducto, construido por el gobierno cubano y la Junta de Andalucía, lo que aseguró llevar agua de calidad a más de 22 mil personas.

La inversión permitió la instalación de metros contadores en cada vivienda o centro laboral, lo que asegura monitorear el consumo, algo que ha frenado en seco el mal gasto del importante recurso.

Especialistas de Acueducto y Alcantarillado en esa región de Matanzas indican que la disminución en el gasto de agua es significativo, indicando una mayor conciencia de los consumidores, quienes al abrir las llaves también piensan en su bolsillo.

Cuando el bolsillo no duele

Si bien los avances en ahorro de agua son significativos en Jagüey Grande, la situación no es similar en todos los sitios.

San José de Marcos y Unión de Fernández, dos pequeñas comunidades rurales marcan hitos en el sobreconsumo.

Abastecidas por micro-acueductos y sin metros contadores en las casas, el gasto de agua se acercaba a los 200 litros diarios por habitante, evidencia de un total descontrol.

Inspecciones realizadas en esos puntos del sur de Matanzas detectaron salideros en baños y conductoras, y la utilización del agua para el riego de sembradíos, sobreconsumo amparado por el pago de una cuota fija y no por el verdadero gasto de agua. La instalación de metros contadores ha sido el freno a tan irresponsable actitud