Frank País es uno de los hombres imprescindibles. Foto: Tomada de RHC

Maestro de profesión y revolucionario de corazón, Frank País es uno de los hombres imprescindibles en nuestra historia. Su corta vida estuvo marcada por el intenso amor que lo unió a la Patria, por la cual luchó y ofrendó su sangre.

Frank ocupó responsabilidades desde muy joven hasta llegar a ser Presidente de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Normal en Santiago de Cuba y luego Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de julio e integrante de su Dirección Nacional.

Siendo líder estudiantil dirigió manifestaciones juveniles y escribió artículos de condena a Fulgencio Batista.

En 1956 organizó el Alzamiento del 30 de Noviembre en Santiago de Cuba en apoyo a los expedicionarios del Granma, y luego brindó total apoyo a la guerrilla.

Un ejemplo que perdura

Luego del fracaso del asalto al Moncada, Frank País recorrió Santiago de Cuba para hallar a sobrevivientes de la gesta. Entre sus acciones más altruistas destaca el envío de armas, medicinas y hombres al núcleo guerrillero instaurado en la Sierra Maestra.

En febrero de 1956 guió al periodista del New York Times, Herbert Matthews a la presencia de Fidel para la realización de una entrevista que echaría por tierra la propaganda batistiana basada en la supuesta muerte del líder cubano.

Recrudecidas las acciones de la asfixiada tiranía, el 30 de julio de ese año Frank País fue ametrallado junto a Raúl Pujols en el Callejón del Muro.

Un día después, el Cementerio Santa Ifigenia dio cobija eterna a los restos mortales de un hombre imprescindible para la historia de Cuba.