La Habana, Cuba. – En el afán de transformar su entorno y de volver útil una tierra que se encontraba completamente inutilizada, Ángel Luis Zayas, Eberto Zamora y Juan Gualberto, unieron esfuerzos y conocimientos y convirtieron los predios de su casa en un sembradío de plantas medicinales y aromáticas.

Cuenta Ángel Luis, que la tarea no fue fácil en sus inicios, pues tenían pocos conocimientos de agricultura, pero las ganas de hacer los fue impulsando y hoy son reconocidos en la comunidad habanera de San Agustín, por sus productos.

Explicó que a diario las personas acuden en busca de plantas como meprobamato, tilo, manzanilla, árnica, albahaca, verbena, menta, plantas utilizadas en la medicina natural y tradicional y que resultan una alternativa ante la falta de algunos medicamentos.

Refiere Ángel Luis que la siembra de las plantas varía a partir de la época del año y sobre todo de las necesidades de sus clientes.