Guantánamo, Cuba.- Dentro del abarcador proceso recuperativo en el oriente cubano tras el paso del huracán Matthew, uno de los ámbitos en que más se avanza es el acceso y seguridad vial, con la restauración de más de un centenar de kilómetros de carreteras afectadas.

Desde un inicio se trabajó en devolver las vías hacia los municipios azotados, en especial en las carreteras hasta Baracoa y Maisí, donde se recogieron cerca de 80 mil metros cúbicos de material de arrastre.

Ahora como prioridad se avanza en la construcción del nuevo vial que enlazará a esos dos territorios de la provincia de Guantánamo, y del paso a nivel entre la primera villa y Moa, como alternativa temporal mientras se reconstruya el emblemático puente sobre el Toa.

La referida nueva ruta evitará el tránsito por la antes habitual y peligrosa loma de La Boruga, y en su conformación laboran obreros de las provincias de Santiago de Cuba, Villa Clara y Las Tunas.

De lleno en las carreteras

En Guantánamo se reparan también 52 kilómetros de la calzada conocida como La Mulatica, en el macizo Sagua-Baracoa, hasta el Alto de Cotilla, y en la reparación del puente de Caleta, en la localidad de Boca de Jauco, en Maisí.

Tras los destrozos de Matthew, estuvieron entre las primeras vías en restablecerse el importante Viaducto La Farola, una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, y el previo tramo de carretera conocido como Bate-Bate, ubicado en San Antonio del Sur.

En esa última vía se repararon tres kilómetros de terraplén y sus paseos, y en la afamada obra ingenieril, inaugurada en 1965, se garantizó también el paso.

Para la óptima rehabilitación de La Farola se estudian varios puntos críticos con socavaciones a media ladera, como en la zona de Cagueybaje, cuya solución se prevé para los meses venideros.