Caracas, Venezuela. – Amanece en Venezuela y mientras miles de colaboradores cubanos se dirigen a sus puestos de trabajo, ya la villaclareña Elizabeth Martínez Jaureguí fabrica espejuelos y opera complicadas máquinas.

Con su sonrisa inspira a todos en un taller de Caracas, donde, además de ser la única mujer que desempeña tales funciones es apodada la reina del tallado, en franca alusión a sus habilidades de sabia optometrista.

No tiene tiempo que perder porque la salud visual del pueblo es prioridad; porque cada día más niños son diagnosticados con trastornos de la visión y necesitan de sus servicios para aprender en las escuelas.

Pero Elizabeth también sabe de tristezas y sufre en carne propia las consecuencias del bloqueo yanqui, principal obstáculo para que los venezolanos adquieran de forma gratuita los espejuelos; sin embargo, ella lo desafía cada día porque Cuba es solidaria.