La Habana, Cuba.- Combatiente, madre, amiga, federada; así era Vilma Espín. Colaboradora de Frank País en la clandestinidad, amiga entrañable del líder histórico Fidel Castro, la compañera en la vida del presidente Raúl Castro, se entregó por completo a su trabajo; primero en las filas del Movimiento 26 de Julio; luego como presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, FMC, y fundadora del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Artífice de la constitución de los círculos infantiles, Vilma Espín fue mujer sonriente para transmitir ecuanimidad ante los retos más grandes, pero firme para reclamar un papel activo e igualitario de las féminas en la sociedad.

Ochenta y seis años cumpliría este jueves la eterna presidenta de la FMC, convertida en huracán de ideas que a su paso dejaba la certeza del deber cumplido y la respuesta necesaria ante la misión encomendada.

No está físicamente, más Vilma vive entre el pueblo, sigue en el corazón de los cubanos.