
9 de enero de 1992: Crimen de Tarará. Foto: Periódico Granma
La Habana, Cuba.- El 9 de enero de 1992, Yuri Gómez, sargento de la Policía Nacional Revolucionaria; Orosmán Dueñas, soldado de Tropas Guardafronteras, y Rafael Guevara, guardia de seguridad de la Base Náutica de Tarará, en La Habana, fueron asesinados por contrarrevolucionarios que intentaban abordar una lancha y salir ilegalmente de Cuba.
El sargento de primera, Rolando Pérez Quintosa, quien ayudó a los custodios, recibió cuatro disparos y fue dado por muerto. Luego de 37 días de agonía, atendido por un grupo multidisciplinario de médicos, el joven falleció.
En menos de 48 horas los asesinos fueron capturados. El horrendo crimen, perpetrado por elementos inescrupulosos alentados por apátridas, fue denunciado por el pueblo, que condenó la falacia imperial que se escondía tras ello.
Los cuatro jóvenes se convirtieron en símbolos de lo mejor de la juventud cubana.