Camagüey, Cuba.- La Máster Aida García Olazábal, educadora camagüeyana, ratifica la obra de valor excepcional del Che, cuando rememora su labor como colaboradora en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, hace diez años.

La agramontina, precisa que fue como asesora metodológica del programa Yo SÍ puedo, preparando el personal que alfabetizaba y logrando más tarde que Bolivia se declarara territorio libre de analfabetismo.

García Olazabal participó en la segunda Conferencia Internacional sobre el Che en La Higuera, que contó con la asistencia de personas de todo el mundo, y que aun recuerda como una experiencia extraordinaria.

En los recorridos que realizaban, recuerda, estaba el mapa y todos los lugares por donde había pasado el Che, y aun así los habitantes de la región preguntaban, porque querían saber más sobre su vida y actividad revolucionaria.

Un recuerdo imborrable

Mientras cuenta sus vivencias, los ojos de la educadora camagüeyana Aida García Olazabal, delataban emoción, por el orgullo sincero de compartir el lugar de tantos momentos del Guerrillero Heroico.

Ella rememora la admiración que sentían los habitantes de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, por el Che, así lo percibió en el mausoleo y en la escuelita, lugares que visitó con frecuencia en su estancia de dos años en ese país suramericano.

Aida enalteció la actitud ante el estudio de los pobladores de esa comunidad, sus ansias de superarse, la pasión por sus costumbres, la satisfacción por aprender a leer y a escribir, y también la manera peculiar de admirar al Che.

Para Aida, el Che significa algo muy grande, y que todo cubano debe admirarlo, y en su caso, reafirma, porque creció con la Revolución; debe ser un paradigma y un ejemplo de voluntad e internacionalismo.