Ciego de Ávila, Cuba. – Para retener el título de tierra de las piñas, agricultores de la provincia de Ciego de Ávila aplican un plan de siembra de 2 mil 500 hectáreas de la fruta hasta finales de 2018, a fin de garantizar volúmenes necesarios al turismo, industrias, mercados locales y la exportación.

La tarea no es fácil, pues la provincia posee unas 800 hectáreas de la reina de las frutas entre la Española Roja y la denominada MD-2, variedad que solo se planta en Ciego de Ávila.

Desde hace cuatro años, Severo Río, asesor panameño, imparte sus conocimientos sobre esos cultivos a los obreros y técnicos de la Empresa Agroindustrial de Ceballos, con resultados positivos.

La enseñanza a los piñeros se basa en los requisitos que debe poseer la variedad de la fruta para su exportación, entre ellos, supervisar cada paso desde el lavado hasta su embalaje final para que el producto alcance la calidad máxima.