No son pocas las ayudas que ha recibido nuestra Isla desde muchas partes del mundo ante los abates del huracán Irma. Este año, como hace más de dos décadas, desde Morón de la Frontera se pensó en Cuba.

“Y es que, como ya es sabido, el Huracán Irma ha dejado duros daños en el pueblo hermano de Cuba y especialmente en el Morón cubano, ciudad hermanada con nuestra localidad desde los años 90 y con la que se mantienen lazos inquebrantables de amistad y solidaridad mutua”. Fue el comunicado publicado en la página oficial del evento para anunciar que los fondos recaudados durante la feria de Morón de la Frontera iban a ser destinados también a Cuba.

En la feria de Morón de la Frontera, una vez más estuvo la caseta llamada “Que Linda es Cuba”, conocida popularmente por  “La Cubana”. La caseta es gestionada por la Asociación de Iniciativas Solidarias Alhucema y  destina todos los beneficios que se obtienen a fines solidarios. Y todo gracias al trabajo desinteresado y altruista de casi un centenar de voluntarios que cada año laboran como camareros, reponedores, mantenedores, electricistas, guardas, y a los artistas que se presentan cada noche durante la feria.

En la inauguración el día 13 de septiembre los invitados fueron Alexis Díaz Pimienta, repentista cubano internacionalmente reconocido, que actuó acompañado por su hijo Alex Díaz Hernández y por el grupo flamenco que integraron Paco Pavía, Nino, Coronado y Leiva.

Días después de aquella presentación, Alex Díaz regresó a su país, y comprobó los estragos que el huracán Irma había dejado. En una entrevista exclusiva a Radio Reloj, el joven repentista habló sobre lo que significó ayudar a su país desde afuera.

“Fue una forma de contribuir estando lejos de Cuba, aportar mi granito de arena con lo que se hacer, porque los fondos recaudados en las presentaciones iban a ser destinadas a la ayuda humanitaria, no solo a nuestro país, sino a otros necesitados”, confesó Alex.

Los artistas cubanos que se presentaron en Morón de la Fronteras, defendieron una de las tradiciones más autóctonas de Cuba, como lo es el

punto guajiro y la décima. Entre controversia, pie forzado, repentismo, neorrepentismo, y piropos se ofreció un espectáculo de una hora y media.

“Todo lo que haces artísticamente siempre te aporta, cada experiencia es nueva y hay que aprovecharla al máximo, –dijo Alex– En Morón de la Frontera el público no conocía el punto guajiro. Fue un reto presentarnos, porque mientras se desarrollaba el espectáculo teníamos que explicar qué era la décima cubana”.

Y es que lo que empezó con poco público, quedó completamente cubierto por los curiosos que llegaron a La Cubana para ver a padre e hijo cantando versos al estilo más cubano.