La Habana, Cuba. – De los 45 años de Poder Popular, Jorge Morales Zúñiga dedicó casi la mitad de ese tiempo al trabajo en la base y todavía hoy, cuando desanda las calles del barrio, los vecinos lo saludan y reconocen como el delegado.

Octogenario, combatiente del Ejército Rebelde, la Lucha Clandestina e internacionalista en la guerra de Angola, asegura que todo aquel que se dedica a la labor encomendada, gana el respeto y la admiración de la gente.

Tras varios mandatos consecutivos en la circunscripción 85 del habanero Consejo Popular Vedado, Zúñiga -como le llaman- señala que el delegado debe ser honesto y está precisado a informar siempre los problemas de la comunidad y sus soluciones.

La exigencia a las entidades y dirigentes encargados de solucionar las demandas del electorado, también constituye factor decisivo en la gestión del representante del pueblo, subraya.

Más acercamiento a la gente

Fundador de la división política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, donde permaneció 28 años, el teniente coronel retirado Jorge Morales Zúñiga destaca que el éxito del delegado del Poder Popular radica en su constante acercamiento a la gente.

De eso último dan fe los electores de la circunscripción 85 del capitalino Consejo Popular Vedado, donde también coexisten cinco hospitales cuyos trabajadores, en ocasiones, acudieron a esa comunidad a brindar su ayuda.

Zúñiga recuerda una vez, cuando el director del hospital ortopédico Fructuoso Rodríguez envió a un especialista a su barriada, con base material de estudio, para explicar los métodos preventivos de fracturas de cadera en la Tercera Edad.

El delegado tiene que acercarse siempre al pueblo, escuchar sus inquietudes y estrechar vínculo con todos los factores de su circunscripción, concluye.