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Washington, EE.UU. – En un anuncio para algunos sorpresivo, el presidente Donald Trump anunció una pausa de 90 días en la aplicación de su programa de aranceles, aunque mantuvo a China bajo la brutal medida económica en un intento por someter al gigante de Asia.

Según van saliendo a la luz detalles del retroceso en la medida arancelaria, la «cordura» a Trump le regresó por la fuerte presión de ejecutivos de grandes corporaciones, algunos de sus propios funcionarios en la esfera económica y la caída libre de las bolsas con perdidas muy elevadas, que pusieron en riesgo a la económia de Estados Unidos y del planeta.

Dentro de estas condicionantes, el mercado de bonos de la deuda pública de Estados Unidos fue factor clave en la decisión de Trump, donde la venta masiva de esos activos sacudió las bolsas comerciales y millones de dólares se desvanecieron empujando al mundo a una posible recesión de consecuencias incalculables.

Presionado por la realidad y ante un costo político de gran calado, Trump decidió frenar de manera temporal su estrategia de aranceles, lo que sorprendió hasta sus más cercanos partidarios, mientras la confianza en la actual administración republicana sigue a la baja.