Washington, Estados Unidos.- A funcionarios de la Administración estadounidense de Joe Biden les preocupa que tras la introducción del tope al precio del petróleo ruso, los precios del crudo mundial suban, en vista de los recortes de producción anunciados por la OPEP que aumentaron la volatilidad de los mercados.
Consideran que la nación eslava podría restringir los suministros, mientras es poco probable que Estados Unidos y sus aliados puedan cortar con éxito los ingresos petroleros rusos.
Otro obstáculo para ejecutar el plan de imponer límites al petróleo ruso consiste en obtener la aprobación por parte de todos los Estados miembros de la Unión Europea.
Moscú afirmó que no suministrará petróleo a países que se adhieran a la medida y que lo dirigirán a destinos alternativos, entretanto, el presidente Vladímir Putin declaró que Rusia no suministraría sus recursos a otras naciones si esto contradice sus intereses.