
El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, explicó que, pese a que cerraron el ducto cuando se detectó la fuga en Tlahuelilpan, siguió saliendo gasolina como un surtidero de hasta ocho metros de altura porque el tubo contenía al menos 10 mil barriles de combustible.
Detalló que esa es la capacidad que se almacena en los 13 kilómetros que van de la refinería a la válvula más cercana, y que la fuga se dio exactamente en el punto medio de este tramo.
‘De hecho, en cuatro ocasiones la operación se detuvo, la presión del ducto se detuvo cuatro veces antes de los hechos. Este ducto transporta 70 mil barriles diarios con una presión de 20 kilogramos en operación regular.
El viernes estaba siendo empacado con gasolina Premium y posteriormente con un componente de alto octanaje que se llama MTB para la fabricación de las gasolinas, indicó.
El ducto Tuxpan-Tula estaba suspendido desde el 23 de diciembre tras 10 fugas en los últimos tres meses; el miércoles pasado se trabajó en su reapertura para abastecer a la refinería de Salamanca, la cual lleva gasolina a León, Irapuato, Guadalajara y Morelia.