Quito. – Ecuador vivió una jornada de elecciones generales marcada por una alta participación de votantes decididos a generar un cambio en el país, sumido en una crisis económica, sanitaria e institucional.

Analistas afirman que a pesar de los rumores y augurios de un posible elevado nivel de ausentismo, estos terminaron pisoteados por la abrumadora asistencia a las urnas,  y sobre todo la participación activa de los jóvenes.

Expertos aseguran que sin importar las diferentes tendencias ideológicas, el pueblo salió masivamente a plasmar su voluntad para elegir al próximo presidente y vicepresidente de la República.

Según medios locales, estas elecciones demostraron cómo el progresismo aún constituye el movimiento con mayor empuje en esa nación andina, pese a todos los intentos por desacreditarla, y a los numerosos obstáculos que debió sortear la organización política para continuar en la contienda.