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Bogotá, Colombia. Casi 400 miembros de comunidades originarias, desplazados de sus lugares de origen por la violencia territorial, mantienen desde hace dos semanas un campamento en un parque de Bogotá, capital de Colombia, para recabar ayuda gubernamental.

Esos humildes pobladores de áreas rurales colombianas improvisaron carpas con palos y plásticos en el parque III Milenio, a pocas cuadras de la sede del Ejecutivo.

Los indígenas, de los pueblos embera-chamí y embera-katío, mantenían casas arrendadas en Bogotá, pero fueron desalojados semanas antes, por lo que sobreviven por donaciones de organizaciones y personas de la comunidad.

Esos pobladores originarios acusan al Gobierno del presidente Iván Duque de NO proporcionarles ayuda, lo que se evidencia en el galopante desempleo que sufren, los desplazamientos forzados por la violencia y el incremento del número de contagios con la COVID-19.