Luego del triunfo electoral del ultraderechista Jair Bolsonaro, la sociedad brasileña afronta el gran desafío de lidiar democráticamente con el avance de un discurso que legitima la violencia en el país, afirmó Bruno Paes, investigador del Centro de Estudios de Violencia de la Universidad de Sao Paulo.
Paes se refirió a recientes palabras de Bolsonaro, quien en un discurso afirmó que los representantes de izquierda serían expulsados de Brasil, y señaló a los adversarios políticos de enemigos.
El experto también alertó sobre los planes de autorizar y flexibilizar el porte y uso de las armas, con lo cual favorecerá la creación de grupos armados, entre ellos los paramilitares.
Según estimaciones de la policía civil y del Ministerio Público del Estado, solo en 20 años esos grupos criminales alcanzaron presencia en 11 ciudades de la región metropolitana de Río de Janeiro, y dominan una cuarta parte de la nación.