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El progreso de sus pupilos es el mayor deleite y mejor reconocimiento para la logopeda Marcia Montalván, quien cada día tiene el reto de incentivar en los pequeños el buen uso de los vocablos y la pronunciación de los sonidos.
Esa mujer camagüeyana realiza una de las más nobles tareas que se derivan del magisterio, al contribuir a que los niños y las niñas superen dificultades presentes en su lenguaje.
Desde edades tempranas, en el círculo infantil Domingo López Loyola y en la Escuela Primaria Mario Aróstegui los infantes gozan de sus atenciones, y también aquellos con necesidades educativas especiales que residen en el Consejo Popular Edén-Juruquey, en la ciudad camagüeyana
Aunque varios son los ejemplos de mujeres cubanas que enaltecen la obra del sector educacional, sobresalen empeños como los de Montalván, quien multiplica su arte de prevenir o revertir los trastornos en el lenguaje de los niños.