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A los niños en Cuba se le da el cuidado que requieren, y muestra de ello es la existencia de centros de enseñanza especializada para atender al que lo necesite según sus características.

No son maestros comunes los que alistan las escuelas especiales, sino profesionales con una formación adicional capaces de sacar adelante a sus estudiantes sea cual sea la dificultad que tengan.

Los niños que presentan necesidades educativas especiales son los niños sordos, ciegos, con trastornos de conducta, con retraso mental y los TGD que incluyen a los autistas.

Para atender todos esos trastornos e incluso otros como limitaciones físico-motoras existen Universidades Pedagógicas que se encargan de la formación de maestros especiales.

Una de la Facultades Pedagógicas es la Juan Marinello de la Universidad de Matanzas, que cuenta con carreras como Licenciatura en Logopedia.

Los alumnos que estudian esa carrera reciben asignaturas psicopedagógicas, logopédicas, didácticas, además de fisiología y anatomía que sirven como base para conocer el trastorno que presenta cada cual y saber cómo tratar con ellos.
Una logopeda lista para educar

Roxana Castellanos García cursa el cuarto año de la Licenciatura en Logopedia en la Facultad Pedagógica Juan Marinello de la Universidad de Matanzas, y asegura que ya está casi lista para educar.

“La preparación en la escuela es buena, dijo a Radio Reloj Castellanos, para tratar con niños sordos damos el lenguaje de señas con el objetivo de establecer una comunicación primaria con ellos, para el trato con los niños ciegos trabajamos con la escritura en braille; en la edad infantil insistimos en la estimulación temprana, ya que de 0-6 años tienen mayor plasticidad cerebral y pueden adquirir mayor conocimiento y de esta forma evitar trastornos secundarios además de su discapacidad”.

“Una de las asignaturas que más me gustan es Taller de Juego porque con ella aprendemos cómo tratar con los niños pequeños y la didáctica que se utiliza para cada juego, además me interesa la Educación Artística para relacionar el arte con la capacidad creativa que tienen los niños”, puntualizó.
¿Qué representa estudiar Logopedia?

Es difícil elegir una profesión, más si no conoces a cabalidad las interioridades de la carrera, por eso Roxana Castellanos García no estaba convencida de ser Logopeda.

“Cuando me llegó esa carrera no sabía que se estudiaba, confesó Roxana, tenía la idea de que el Logopeda enseña a hablar a los niños, pero nunca me maginé que requería de una entrega especial”.

“Es un trabajo difícil, se necesita de mucha dedicación, paciencia, pero cuando vas a las escuelas y ves a los niños que no tienen una socialización, que no pueden compartir el juego con otros niños porque no se logran comunicar, y se cohíben de expresar sus sentimientos volviéndose agresivos, entonces quieres ayudar”.

La formación especial fomenta la sensibilidad humana porque obliga a querer brindar apoyo a esos niños y a su familia, que también se angustian, porque todos los padres quieren tener hijos desarrollados, inteligentes, que no tengan ninguna discapacidad.

Además los profesores tienen que lidiar con los abandonos de las familias porque existen casos en que dejan a los niños becados en al secuelas, o los rechazan por su discapacidad.

“No se trata de ofrecerle bienes materiales, sino que con nuestro conocimiento le damos la oportunidad de integrarse a la sociedad y lograr que desarrollen sus potencialidades”.


“Cuando eres maestra, o logopeda, ver el avance en un niño que tú ayudaste a que se desarrollara, aunque sea un avance mínimo, significa una alegría. Verlo jugando con otro niño (uno que tenga una discapacidad y otro que sea normal aparentemente) y se puedan comunicar, entonces te llenas de satisfacción porque sabes que apoyaste para que eso sucediera, eso es lo más grande” concluyó Roxana Castellanos.