Grama, Cuba.- El acoso estadounidense sobre las operaciones financieras y materiales cubanas, dificultan el crecimiento productivo de la flota pesquera del golfo de Guacanayabo.
Así lo señalaron trabajadores de esa agrupación granmense, quienes recordaron que años atrás más de 80 barcos especializados que navegaban por zonas de la plataforma insular llenaban las neveras de las industrias procesadoras de Bayamo, Manzanillo y Niquero, y distribuían a la gastronomía territorial.
Eran tiempos de abundancia logística y monetaria, derivadas de favorables convenios económicos con países el campo socialista, que facilitaban créditos y préstamos para adquirir tecnologías, combustibles, artes y materiales navales.
De acuerdo con las estadísticas, esa cooperación posibilitaba concretar amplias capturas de especies de escamas, crustáceos, quelonios y moluscos.
Innovación y eficiencia contra política de asfixia
Aunque el nivel de captura de especies de interés comercial es minúsculo si se le compara con otros períodos, los colectivos pesqueros del golfo de Guacanayabo prosiguen sus labores en aguas del Mar Caribe.
Igualmente lo hacen sus industrias procesadoras y la unidad de construcción y reparación naval, las que pudieran incrementar sus ofertas si dispusieran de nuevas tecnologías, combustibles y materiales.
Esas adquisiciones están limitadas por el bloqueo norteamericano a la Isla, que sanciona a toda compañía o banco que establezca contratos con Cuba.
Ante esa realidad, la Empresa Pesquera Industrial de Granma activa el movimiento innovador y racionalizador, elabora y repara artes de pesca y embarcaciones, establece alianzas con otros actores económicos, favorece la ciencia y preserva el medio ambiente.