La Habana, Cuba. – El clima de Cuba y el férreo bloqueo al que hemos estado sometidos por seis décadas han convertido a la agricultura agroecológica en un movimiento estratégico para transformar ese sector en un modelo sostenible.
La coordinadora del Movimiento Agroecológico De Campesino a Campesino de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Adilén Roque, explica que esas fincas son menos dependientes de insumos externos y protegen los recursos naturales.
Señaló que el uso de metodologías disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y son más resistentes al embate del cambio climático, fundamentalmente las sequías y huracanes, al estar en consonancia con la naturaleza.
Explica Adilén Roque que el 72,25 por ciento de las fincas asociadas a la ANAP se han incorporado al Movimiento y trabajan para alcanzar la categoría de agroecológicas.