La Habana, Cuba. – En lo que antiguamente era un depósito de chatarra se erige hoy La Finca que lleva ese propio nombre, La Chatarra.

Ubicada en el municipio artemiseño de Bauta, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Pedro Lantigua, dicha propiedad ostenta la categoría de referencia provincial por el apego de su dueño, Antonio Caldero, a los métodos agroecológicos.

Con solo 0, 8 hectáreas de extensión, esa finca dedicada a los frutales obtiene excelente resultados gracias a la utilización de todas las bondades de la naturaleza, teniendo como premisa la protección del suelo.

Junto a su esposa y hermano, este campesino combina el trabajo en la tierra con la cría de conejos, peces, cerdos y abejas, animales que, según explica, le proveen a través de su excreta un abono natural para el desarrollo de sus cultivos.