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La Habana, Cuba. – La elaboración de bioproductos nacionales constituye hoy el principal respaldo de la agricultura en fertilizantes y plaguicidas, dos elementos indispensables para el aumento de la producción.

Después de llegar a importar cada año un millón y medio de toneladas de fertilizantes y 6 mil de plaguicidas, durante 2022 el país apenas compró 30 mil toneladas de fertilizantes destinadas solo al tabaco y la papa.

Con mayores o menores producciones, todo lo que se ha cosechado ahora, salvo en esos dos cultivos, se ha hecho con el uso de biopreparados nacionales, explicó el director de Suelos y Fertilizantes del Ministerio de la Agricultura, Dagoberto Rodríguez.

De manera paralela continúan las inversiones para construir tres grandes plantas de biopreparados y la primera de ellas, edificada en La Habana, debe realizar en breve las pruebas iniciales de producción.

Plaguicidas naturales

El control de plagas también se realiza hoy con elementos naturales desarrollados a nivel local, afirmó el director de Sanidad Vegetal del Ministerio de la Agricultura, Ariel Castillo, quien puso como ejemplo el cultivo de la col.

En la década de los ochenta del pasado siglo, a los cultivos de col se le aplicaban entre 12 y 15 tratamientos de plaguicidas químicos por cosecha. Hoy los productores solo emplean medios biológicos, apuntó.

En la actualidad, en el país funcionan casi 200 Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos, unidades de producción de agentes de control biológico enclavadas muy cerca de los campesinos, a quienes ofrecen soluciones específicas.

Esa es una pieza clave en la obtención de alimentos, más saludables y con menos impacto sobre el medio ambiente, señaló la directora del Instituto Nacional de Sanidad Vegetal, Marlene Veitía.