Triunfos, deslices y constantes aires de superación, escoltaron al deporte cubano en el año que ya casi cierra sus cortinas. Las mayores alegrías bajaron del ring, con la conquista del título mundial por parte de nuestros boxeadores.

Otras disciplinas acapararon cierto grado de protagonismo, sin embargo, algunas volvieron a mostrar lagunas, que disparan interrogantes de cara al futuro.

El período que se avecina, tendrá como meta los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con sede en Barranquilla.

Como es habitual y dado el linaje del deporte cubano, el objetivo no será otro que plantar bandera en la cima, tarea compleja, pero no imposible, ya que las máximas autoridades deportivas de la Isla, implementan alternativas que permitirán batallar por una supremacía, que hace más de 50 años se comenzó a entallar en casa, cuando el deporte paso a ser derecho de todos.

Retos, sueños y futuro

Completar una delegación numerosa y contundente, es tarea de orden para el deporte cubano en su aspiración de imponerse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla el venidero año.

Paso a paso el objetivo alimenta la esperanza, pues varias son las disciplinas y atletas que ya acuñaron su pasaporte. Otras, fieles a su historia, también lo harán en los primeros meses del año, para conformar una comitiva que desafiará no solo el colmillo de los anfitriones colombianos y de México.

También la emergente contundencia de algunas naciones, que desafían nuestro filo. Imponerse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe no solo reportaría alegrías. Igualmente marcaría el camino a seguir, para lograr los objetivos previstos en el ciclo que finalizará en los Juegos Olímpicos.

El reto está lanzado, la misión por lograrse. El año que se avecina promete ser otra carrera de esfuerzos.