Madrid, España. – Javier Sotomayor amanece cada día con un listón imaginario en su frente, 2, 45 metros, consciente de que la eterna pregunta será parte de su vida, como hoy en España.
¿Cuándo caerá?, se limitan a repetir periodistas y amantes del deporte en torno al récord mundial establecido por el cubano hace más de tres décadas en Salamanca, España.
Campeón olímpico de Atlanta y Premio Príncipe de Asturias por su extraordinaria trayectoria, el destacado atleta nacido en Limonar, Matanzas, admitió que la realidad actual no es muy esperanzadora.
Según analizó Sotomayor, es cierto que algunos saltadores de mucha calidad y potencialidades como el qatarí Mutaz Barshim y el ucraniano Bogdan Bondarenko han bajado un poco sus registros, así que le cuesta predecir si será en París, donde puedan batir su plusmarca.
También laureado esta semana por Mundo Deportivo de Barcelona, consideró que la cita de París el próximo verano es un incentivo extra para los competidores que entrenan, en busca de un sueño, romper su longevo récord.