Mayabeque, Cuba.- La Editorial Pablo de la Torriente, de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), se honra en celebrar el 90 cumpleaños del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, con la presentación de dos libros de historieta Tiempo de cocuyos y Fidel, el rebelde, como regalo especial a la infancia y la juventud cubana.
Centrado en diez momentos cruciales de la vida del Comandante en Jefe, Fidel, el rebelde, es un volumen coordinado por el reconocido Ángel Velazco, quien además de escribir todos los guiones, ilustró tres de ellos. Recorrer un abanico de acontecimientos que van desde la infancia en Birán, el colegio La Salle, la Universidad, el Moncada, la Sierra, Girón, hasta pasajes del internacionalismo y los más recientes instantes de su vida, plantea un reto a la síntesis y la dramaturgia de cada una de esas partes y al conjunto en total.
La eficacia expresiva descansa en el dibujo de autores como el propio Ángel Velasco, Francisco Blanco, Jesús Rodríguez, Sonmy Álvarez, Imastrilla, Yuri DC y Darnell.
El recorrido gráfico lleno de evocaciones y sucesos intensos, debe verse como una incitación al conocimiento y el interés por indagar y profundizar en la vida y la obra del Comandante en Jefe, la historia de Cuba y la proyección como país en Revolución hacia el mundo.
La segunda obra, Tiempo de cocuyos (con guión de Omar Felipe Mauri y dibujo a seis manos de Wimar Verdecia, María Ester Lemus e Iran Hernández) explora la siempre apasionante aventura que es la vida de los niños y la formación de una personalidad, su anuncio de grandeza, rebeldía, hondura humana e inteligencia que ilumina todo un siglo. Fidel es un iluminado, sí, de ahí la metáfora del tiempo de cocuyos.
Anécdotas de una infancia que se movía entra la libertad del campo y los moldes opresivos de una educación colonial, la dicha de una familia amplia y unida frente a la soledad y la estrechez ajenas, así como la fascinación por el saber son evocados por Fidel en varias entrevistas (especialmente con Ignacio Ramonet y Katiuska Blanco). Desde la voz de un niño, esos testimonios, a la vez que inocentes y sencillos, son francamente estremecedores, como suele ser la verdad de los niños.
Fidel, el rebelde es un libro de temple épico; Tiempo de cocuyos, de sentimientos y alma. Sin dudas, una feliz conjunción lograda por la Editorial Pablo de la Torriente.
Si una imagen vale más que mil palabras; una anécdota cala más que mil imágenes. Con esta combinación de imagen y anécdota que nos ofrece la historieta, se crea un puente para que niños y adolescentes de hoy se trasladen a la infancia y la vida del Comandante en Jefe, el fundador de una nueva vida y conductor de pueblos, o simplemente Fidel como lo llama la gente.
La aventura de crear esos libros –toda creación y más siendo para la infancia, constituye la más feliz de las aventuras-, fue más intensa por tratarse de Fidel, a quien varias generaciones de cubanos sienten como un padre y a quien los más jóvenes perciben como brújula en la conciencia y el destino de la Nación.
El aniversario demuestra que Fidel crece continuamente en el imaginario del pueblo, crece a la par del tiempo. No es extraño entonces que lo hayan visto en los lugares más insospechados, con la gente más llana y profunda que imaginarse pueda, interesado en temas que no se pueden suponer y desafiar fuerzas inconmensurables. Fidel, en el imaginario del pueblo, es energía y emoción. Por eso todos tienen algo que contar de él, todos lo han visto, incluso, al mismo tiempo en lugares distantes, acompañado de tamarindos (una de sus frutas favoritas) y cocuyos como ocurre en estos libros.