La Habana, Cuba. – Decenas de personajes e historias integran el catálogo del Teatro Nacional de Guiñol que hoy celebra seis décadas de vida, dedicadas a esparcir la magia del arte de los títeres en Cuba.

Esta expresión milenaria -legada por visitantes foráneos- quedó impresa en las generaciones de artistas del conjunto, que desde el 14 de marzo de 1963, dominaron magistralmente la técnica oculta detrás de las telas, en el guante o sobre los hilos.

Según registros históricos, las primeras funciones de títeres en la Isla datan de la década del 40 del siglo XX y posteriormente ocurrieron procesos de adaptación a la cultura de la nación caribeña, con piezas marcadas por la búsqueda de lo autóctono.

El Guiñol constituye un centro de referencia para las agrupaciones que se dedican al teatro de figuras, en tanto articula un repertorio variado tanto para infantes como adultos.