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Donde las palabras fallan, la música habla. Hans Christian Andersen.

La Habana, Cuba. – El domingo 25 de febrero, la sala Covarrubias del Teatro Nacional sirvió de sede para que la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, dirigida por el maestro brasileño Cláudio Ribeiro, realizara el concierto de clausura de la edición 32 de la Feria Internacional del Libro de La Habana.

El director de la Orquesta comenzó la función con el agradecimiento a las autoridades cubanas por la invitación para realizar este espectáculo y las facilidades que se le brindaron para ello. Remarcó de manera especial, la calidad y consagración de los músicos cubanos en la apropiación del alma de las composiciones, las cuales no están se encuentran en su repertorio.

El maestro Cláudio Ribeiro nació en Porto Alegre, Brasil y se graduó en música por la Universidad Federal de Río Grande do Sul. También alcanzó una maestría en Dirección Orquestal en la Universidad de Denver, Colorado, Estados Unidos. Ha realizado estudios musicales en los Países Bajos e Italia. Dirigió orquestas en Brasil, Uruguay, Estados Unidos, Portugal, Guatemala, Bulgaria, Italia y otros países. Además, ha compartido escenario con destacadas personalidades de la esfera musical y su carrera ha sido ratificada con numerosos premios. Este resumen de su vida nos demuestra que fue un verdadero privilegio tenerlo en Cuba y el público presente lo demostró con los aplausos que le prodigó.

El recital estuvo conformado por música brasileña de los compositores Heitor Villa-Lobos, Cardoso Lindembergue, Claudio Santoro, César Guerra-Peixe y otros autores. Dos elementos quiero resaltar de este espectáculo; el primero, que Ribeiro comentó cada pieza para que el auditorio conociera sobre su creador, la obra y el contexto en que fue escrita. Es llamativo que muchos directores orquestales extranjeros tienen esa práctica y casi ninguno de los del patio lo hace. Se pierde, así, una oportunidad de educar musicalmente a la población y de esa forma ganar en su crecimiento espiritual.

El segundo elemento, es que varias de las piezas interpretadas están basadas en hechos acontecidos durante la lucha libertaria del pueblo brasileño contra la metrópoli lusitana o en la lucha por la abolición de la esclavitud.

Fue una hermosa velada la de este último domingo. Ahora hay que esperar hasta el 24 de marzo para el próximo concierto en la sala Covarrubias del Teatro Nacional, el cual será dedicado al concurso nacional de flautas. Allí nos veremos, y recuerde, si me ve, me saluda.